Violencia familiar*, el acto u omisión, único o repetitivo, cometido por un miembro de la familia en contra de otro u otros integrantes de la misma, sin importar si la relación se da por parentesco consanguíneo, de afinidad, o civil mediante matrimonio, concubinato u otras relaciones de hecho, independientemente del espacio físico donde ocurra. La violencia familiar comprende:
Abandono, acto de desamparo injustificado, hacia uno o varios miembros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de las disposiciones legales y que ponen en peligro la salud.
Maltrato físico, acto de agresión que causa daño físico.
Maltrato psicológico, acción u omisión que provoca en quien lo recibe alteraciones psicológicas o trastornos psiquiátricos.
Maltrato sexual, acción mediante la cual se induce o se impone la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene la imposibilidad para consentir.
Maltrato económico, acto de control o negación de injerencia al ingreso o patrimonio familiar, mediante el cual se induce, impone y somete a una persona de cualquier edad y sexo, a prácticas que vulneran su libertad e integridad física, emocional o social.
Violencia sexual, a todo acto sexual, tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo.
Detectar en forma temprana indicadores de violencia es de gran importancia ya que permitirá otorgar atención médica, psicológica, u otro tipo de atención. Independientemente del motivo por el que se asiste a la unidad, se presta atención a los síntomas que puedan sugerir violencia en sus interrelaciones con su pareja y familia.
Cursos de nivel básico: se garantizan las bases conceptuales y marco normativo de los conceptos género, violencia de género y sexual, así como criterios generales de actuación en los procesos de prevención, detección y atención de la violencia.
Cursos de nivel especializado: se desarrollan y fortalecen competencias específicas para la atención en casos de violencia sexual y medidas para la IVE, en apego de la norma.
La supervisión integral es un mecanismo esencial que permite identificar fortalezas, debilidades, amenazas o barreras que puedan optimizar o vulnerar el funcionamiento de los programas de salud, en específico el Programa de Atención y Prevención de la Violencia Familiar y sus servicios otorgados, teniendo por objeto:
✓ Favorecer entornos en los servicios de salud que permitan garantizar la prevención, detección y atención de la violencia.
✓ Favorecer los mecanismos participativos entre las unidades de salud, las jurisdicciones sanitarias, el programa estatal y federal a través de recomendaciones y acciones pertinentes para fortalecer el desarrollo de acciones.
✓ Fortalecer competencias en el personal de salud para su labor diaria en la gestión y/o atención de personas usuarias en situación de violencia.
✓ Establecer acuerdos y compromisos que permitan el desarrollo de estrategias estatales, jurisdiccionales y locales para el fortalecimiento de las acciones específicas relacionadas con la prevención, detección y atención a la violencia.
Diseño, elaboración y difusión de materiales de comunicación dirigidos al personal de salud y población usuaria a fin de conocer los procesos operativos de detección, atención, referencia y seguimiento de los casos de violencia familiar, sexual y de género.
Población objetivo: mujeres de 15 años y más, unidas
Lugares de atención:
Anti Influenza cada temporada invernal para la mujer que este embarazada o tenga VIH, Diabetes, obesidad mórbida, EPOC, Asma, Cardiopatías, enfermedades cardiacas con consumo prolongado de salicilatos, cáncer, Insuficiencia Renal, inmunosupresión.
Td: Refuerzo cada 10 años; si cuenta con esquema completo contra Tétanos. En caso de esquema incompleto aplicar 3 dosis.
Tdpa: A partir de la semana 20 de edad gestacional (en el caso de embarazo)
SR: 2 dosis en el caso de que exista esquema incompleto contra Sarampión.
Hepatitis B: 3 dosis si no cuenta con antecedente de aplicación. Así como trabajadores o estudiantes de las áreas de salud, personas que serán hemodializadas, que reciben transfusiones frecuentes, receptores de trasplante, viajeros internacionales, personas con infecciones de transmisión sexual, VIH o prácticas sexuales no seguras, con inmunocompromiso, con enfermedad hepática crónica o usuarios de drogas intravenosas. Personas que conviven con portadores de Hepatitis, así como las que se encuentran en asilos, hospitales psiquiátricos, prisiones, personal militar. Personas no vacunadas contra Hepatitis B y que sufren lesiones con agujas o instrumentos contaminados con sangre.